"La leyenda de Sant Jordi cuenta la historia de un heroico caballero, un monstruoso dragón y una princesa.
El dragón que aterrorizaba a los vecinos de un pueblecito de la Conca de Barberà. Sin otra solución, para evitar los ataques de la bestia, decidieron darle dos ovejas a diario para apaciguar su hambre.
Cuando terminaron con las ovejas, las vacas, bueyes y todos los animales que tenían, el rey convocó una reunión, donde decidieron que harían un sorteo entre la población, incluida la familia real, y le darían al dragón una persona cada día, para que se la comiese.
Desafortunadamente llegó el día en que le tocó a la hija del rey, y él, entre lágrimas dijo: "Perdonad a mi hija y, a cambio, os daré todo mi oro, y la mitad de mi reinado."
Pero el pueblo le negó, y cuando el dragón se disponía a abrir su gran boca para comerse de un bocado a la princesa, apareció, cabalgando sobre un caballo blanco y con su lanza y su escudo dorado el caballero Sant Jordi, para salvar a la princesa de entre las garras de aquella enorme bestia.Sant Jordi alzó su larga lanza y de un golpe, hirió de muerte al dragón, con la lanza clavada en el centro del corazón.
De repente, de la sangre derramada del dragón brotó un rosal con unas rosas, el caballero Sant Jordi cogió una, se dirigió a la princesa y se la dió en señal de amor.Es por eso que en el día de Sant Jordi los hombres regalan una rosa a la persona que más quieren, y las mujeres un libro, pues algunos creen que la princesa le escribió un poema de amor al caballero."

• 1 huevo M
• 120gr de harina de repostería
• 120gr de leche entera
• 140gr de azúcar blanquilla
• 40gr de mantequilla sin sal en pomada
• 1 cucharadita de vainilla en pasta
• 1 pizca de sal
• 1 y ½ cucharaditas de levadura química.

• 450gr de queso Philadeplhpia
• 125gr de mantequilla sin sal fundida
• 200gr de azúcar icing tamizado.

1. Empezaremos precalentando el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
2. En el bol de la KA o robot que utilicéis y con la pala K añadimos la harina tamizada, la levadura, la sal,la mantequilla y el azúcar. Batimos bien hasta que se integren y quede como una arenilla  granulada.
3. Sin dejar de batir a velocidad baja/media añadimos la mitad de la leche. Una vez incorporada a la masa incorporamos el huevo ligeramente batido junto con el resto de la leche y la esencia de vainilla.
4. Batimos bien unos dos minutos hasta que quede una masa homogénea (cuidado no sobrebatir)
5. Repartimos la masa en capsulas dentro de un molde para cupcakes para que no se deformen. Recordad que no debemos sobrepasar las ¾ partes de la capsula cuando las rellenemos.
6. Horneamos 20-25 minutos y comprobamos que están cocidas si al pinchar sale limpio el tester.
7. Dejamos sobre una rejilla enfriar 5 minutos dentro del molde y sacamos de éste dejándolas enfriar por completo sobre la rejilla.

1. Empezaremos derritiendo la mantquilla (ojo que no tiene que estar caliente).
2. En el bol añadimos el icing sugar tamizado y el queso crema  y batimos con las varillas unos 2 minutos a velocidad media.
3. Cuando haya montado le añadimos poco a poco la mantequilla derretida (ojo! No caliente) y batimos durante 3-4 minutos añadiéndole el aroma que prefiráis en este paso (yo me decanté por limón).
4. Depues una vez montada nuestra cheessecream separamos en dos boles y añadimos colorante en pasta (sí, no sirve el liquido de supermercado porque a parte de que el color no os cogera igual, os aguará la crema).
5. Ahora realizamos las flores con una boquilla para hojas y la M1 de wilton para la rosa. Os aconsejo que probéis en una servilleta antes a ver qué tal os sale. La rosa se hace desde el centro hacía afuera.

1. 125 g de mantequilla
2. 160 g de azúcar blanquilla
3. 2 huevos M
4. 450g de harina
5. 1 toque de aroma de pistacho o el que queráis
6. 1 poquito de colorante en pasta verde
7. 1 cucharadita de levadura quimica
8. 1 pizca de sal
9. cortapastas

1. Empezamos mezclando con la pala K la mantequilla, el azúcar, los huevos la sal y el aroma que prefiráis asi como el colorante.
2. Una vez quede todo bien incorporado vamos añadiendo la harina tamizada junto con la levadura y batimos con la pala K hasta que quede una masa compacta (veréis que no se tarda nada!)
3. Hacemos una bola y guardamos con papel film en la nevera unas 2 horas.
4. Mientras preparamos una bandeja plana para galletas y provista con papel sulfurizado.
5. Estiramos con un rodillo la masa sobre la encimera ligeramente enharinada y estiramos hasta conseguir un grosor de unos 4-6 mm (hay rodillos que llevan esta marca o guía).
6. Con el cortapastas vamos cortando las galletas y colocando un palillito de madera con cuidado entre la masa .Despues colocamos sobre la placa con espacio suficiente entre ellas ya que crecerán un poquito.
7. Refrigeramos de nuevo, mientras precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
8. Horneamos ahora sí uno 10 minutos o hasta que veáis que empiezan a dorarse un poco es el momento de quitarlas corriendo!
9. Dejamos enfriar sobre una rejilla y listas!