Bueno llevo mucho tiempo desaparecido y muchxs pensaréis ¿Qué nos viene a decir ahora éste?... Bueno como ya os he adelantado por Instagram, han sido unos meses difíciles por muchos motivos y ahora me noto de nuevo en disposición de volver. Volver a disfrutar de mi afición que es lo que es. No es mi trabajo como ya os dije, pero se asemeja y eh ahí donde surgen las complicaciones. Una fina línea separa la afición del trabajo pero por suerte o por desgracia ya he topado con algunas puertas que se abrieron para aprender lecciones. Las puertas más terroríficas las tenía delante y aun y así me metí… ¿Quieres saber más? No te pierdas esta super receta y después al final de post te sigo contando. Además, te doy unas sencillas pistas para saber si estás "enganchado" a esto de las RRSS o esto de ser blogger se te está yendo de las manos. 

De todos modos y si estás leyendo este post; Gracias! Gracias por permanecer ahí, por esperarme  a mi regreso. Si de lo contrario eres nuevo por aquí, espero que te quedes conmigo mucho tiempo! @conlecheycanela

 Hoy os traigo una recetita que me chifla comer los días festivos o de relax. Es  muy American y de las que están requetebuenas; Palabrita. Parece que, siguiendo con la tónica del pan de molde, del cual ya hablamos de sus múltiples aditivos, conservantes, vinagre, azucares, puf… Pues pasa lo mismo con las tortitas o pancakes industriales. ¿Todo eso llevan los pancakes? No!!

Pues venga a por la receta…

Ingredientes para 8 tortitas:

• Leche de almendras, o leche animal.250ml

• Huevos M, 2 uds

• Miel, 1 cucharada

• Levadura química, 1 cucharadita

• Aceite de girasol o de oliva suave, 3 cucharadas

• Harina de trigo, 200 g

• Vainilla en pasa o esencia, 1 cucharadita

Ingredientes para aderezar:

Elaboración: 

• Bien lo primero que haremos es tamizar la harina y la levadura. Reservamos.
• Por otra parte, separamos las claras de las yemas, reservamos las claras y batimos las yemas agregando la leche vegetal y el aceite batiendo bien. Después agregamos la vainilla y la miel.
• Batimos las claras a punto de nieve; Trucos para que monten bien (Qué el bol este seco y sin grasa, para lo que podemos pasar una servilleta se papel con un poquito de limón o de vinagre hasta secar. Las claras deben estar frías también para que monten bien.) Una vez estén bien firmes reservamos.
• Agregamos la mezcla de huevo, leche vegetal, miel y vainilla a los elementos secos poco a poco y mezclamos hasta que no queden grumos.
• Por último, agregamos las claras con una espátula y movimientos envolventes hasta que estén bien incorporadas.
• Ponemos una surten untada un poquito de mantequilla (la justa) y echamos con un cucharon una cantidad que creamos conveniente. Cuando empiece a burbujear damos la vuelta con una espátula y dejamos que dore por el otro lado. No necesitan mucha cocción ya veréis, es cuestión de testear la primera. El fuego debe estar alegre pero no muy fuerte.

Degustación:

Como os decía no hay nada que más me llene de energía el día que un buen desayuno. Desayunos hay muchos, como días… Como comprenderéis no podemos desayunar siempre así de “dulce” pero un día es un día y creo que nos lo podemos permitir. Pensad que la vida son momentos. Siempre estamos posponiendo esa receta que nos gustaría hacer para la semana próxima, el mes próximo, o cuando no esté a plan. Me parece muy arriesgado dejar de disfrutar con los placeres que las comidas nos otorgan por postergar, poner excusas, etc. ¡Si nos levantamos con ganas de tortitas, a por las tortitas!

A mí me chiflan con un buen chorro de sirope de arce o con Nutella también, lo reconozco, soy muy goloso je je. Pero hay opciones más sanas como un buen chorro de miel, fruta fresca, arándanos o frambuesas… 

Esta combinación me chifla muchísimo eh 😉

[Para despedir el post os dejo mi reflexión sobre toda mi ausencia mientras me como con vuestro permiso unas pancakes]

Como os decía la vida del Blogger o instagramer es el sueño de muchxs. Sí, reconocimiento, likes, florituras mil, entre otras. ¿Qué no nos engorda el ego?... Para que os voy a engañar, claro!... Pero no es oro todo lo que reluce y a veces es peligroso.

Veréis cuando me inicié en estas andaduras hará casi 5 años y con otro blog que desapareció, mi vida era un poco caótica. Estaba pasando por una enfermedad que me tenía prácticamente anulado, pero la cocina, la repostería sacaban lo mejor de mí. Por ese motivo se llamaba el blog “cocinando con las emociones”. Finalmente tuve que dejarlo. La nueva etapa se abrió con mi creciente interés por la fotografía culinaria que de algún modo ya había estado presente en la otra etapa pero sin un equipo decente ni idea técnica. Empecé a disfrutar probando encuadres, montando sets, componiendo escenas, etc. A parte de las recetas, tenía algo más que contar, que contaros. Por que no pretendo sólo una foto bonita. Mi intención es que llegue siempre algo más… Quizás una escena es algo oscura, y el texto suele acompañar a un estado anímico que no tiene porque ser negativo, pero a veces esconde recogimiento como es el caso del bundt demanzana y espéculoos. Otras veces es todo mucho más luminoso, más vital, etc.

Por ello nació Con leche y canela. En unos meses veía como eran cada vez más los likes, comentarios, y seguidores sin prácticamente hacer nada. Bueno, sí, currándomelo bastante si se me permite la expresión. Por que señores nada es regalado y los que hacéis las cosas bien me entenderéis. Jamás compré seguidores ni usé artimañas extrañas para ello. Todos los likes son reales al igual que la interacción. ¿Me vino grande? Quizás, para qué os voy a engañar… Entre todo ese camino de rosas hubo ya algunas espinas: Comentarios desagradables, envidias, acoso incluso de algún seguidor (eso es otra historia)…

Entre tanto un buen día de agosto recibí una noticia; un medio quería que colaborase con ellos! ¿Qué más podía pedir si mi afición empezaba a reportarme una ganancia? Pues LIBERTAD podría pedir. No voy a dar detalles, pero ¿sabéis esa sensación de sentirte mal pagado, y como una fabrica de recetas donde ya pierdes la ilusión por fotografiar? Así me sentí yo. Hubo un momento que a parte de sentirme mal pagado porque prácticamente era a coste cero, me dije “¿Te conviene no tener vida por esto? ¿Te conviene no crear y sólo fabricar en serie recetas sin sentido alguno? La respuesta era clara, NO.A parte algunos de vosotros me habéis preguntado por algunos síntomas o signos que nos alerten que el blog o ser instagramer nos está siendo perjudicial. Es difícil que os de las claves mágicas ahora porque cuando uno está tan sumergido en un mundo de flores, halagos, y ambición no suele verlo. Pero preguntaros estas sencillas preguntas:¿He dejado de hacer actividades placenteras que antes realizaba?¿Dedico más tiempo al blog o IG que a mi propia familia o pareja? ¿He dejado ese libro o esa serie de TV por pasarme horas colgado en la pantalla o fotografiando?... ¿Siento ansiedad en algún momento de mi creación?... ¿Siento presión de publicar cada X días?-- 

Si las respuestas han sido SÍ, me temo queridxs que estáis en un grave aprieto y os recomiendo tomaros un respiro; un buen desayuno con estas tortitas americanas seguro que os ayudan a reflexionar y templar la mente. Si no sabéis responderos, preguntad a alguien cercano a ver qué cree. 

Todo lo que sube baja y lo que baja vuelve a subir. Todas las etapas están para enseñarnos algo nuevo…

Un abrazo enorme!