Tin y Tan son hermanas. Tras la pérdida de su madre quedaron al cuidado de su padre. El pobre viudo intentaba hacerlo lo mejor que podía respecto a la crianza de sus hijas. No obstante, no sabía dar respuestas a todas y cada una de las preguntas que tenían. Un día les propuso ir a la montaña donde se encontraba el viejo sabio ermitaño, un señor que afirmaban, siempre tenía una respuesta para todo. 

Tin y Tan tan curiosas como perspicaces quisieron tenderle una trampa al Sr. Sabio. – Tan, cogeré esta mariposa entre mis manos y le preguntaré si está viva o muerta. Si dice que está viva la aplastare entre mis manos y si dice que está muerta la dejaré volar delante suyo.

Las dos niñas corrieron en su busca e hicieron la pregunta al sabio. Éste, se sonrió y acariciando su larga y sedosa barba blanca le contesto a Tin - Todo depende de ti… ella está en tus manos… Así es nuestra vida les dijo, - no depende de lo que yo diga sino de lo que hagáis con ella y las decisiones que toméis, vosotras decidís siempre…